Las chicas malas del padre Méndez es una película mexicana dirigida por José María Fernández Unsaín.
En un pueblo del estado de Michoacán, en México, el padre Armando Méndez (David Reynoso), un sacerdote católico, le cuenta a su amigo, el médico del pueblo (Pancho Córdova), que la iglesia ha decidido removerlo de la parroquia donde oficia, a a pesar de su buen desempeño.
El padre Méndez vive con Lola, su madre (Fanny Schiller) y cae en una profunda depresión que lo lleva a pensar en dejar los hábitos.
El padre Méndez se entera de lo sucedido con María y retoma su fe religiosa, decidido ahora a ayudar a jóvenes mujeres como María que caen en el mundo de la perdición.
En primer lugar, la necesidad de conseguir dinero para mantener el albergue, el cual proviene principalmente de la limosna y la caridad; en segundo lugar, la presión de Doña Elvira y su amante y proxeneta "El Grillo" (Claudio Obregón), quiénes resienten que el padre Méndez les está quitando "a sus muchachas", y en tercer lugar, de la doble moral de un pueblo que ve con malos ojos la labor del padre Méndez y sus "chicas malas".