El relieve del municipio es predominantemente llano con algunos cerros aislados.
Por el norte y oeste discurre el río Tajo, el cual represa sus aguas en el embalse de Azután.
El pueblo se alza a 363 m sobre el nivel del mar.
En 1801 se desplomó sobre el río una gran parte de terreno en la barranca blanca del castillo dejando al descubierto restos arqueológicos.
A mediados del siglo XIX había 180 casas y el presupuesto municipal ascendía a 7000 reales de los cuales 2800 eran para pagar al secretario.