Esta cantera originó una poza casi circular que fue llenada por arroyos y manantiales subterráneos.
Con el paso de los años se convirtió en un enclave natural de gran interés faunístico y botánico.
En las cinco hectáreas de vegetación y agua se han detectado 86 especies distintas de aves: ruiseñores, jilgueros, petirrojos, garzas, gavilanes, aguiluchos, chochines, currucas capirotadas y lechuzas.
Es frecuentada por patos, peces, cangrejos de río, truchas y anguilas.
Rodeando el estanque destaca un importante bosque compuesto principalmente de castaños y, en menor medida, robles, abedules y helechos.