Laguna del Diamante

Debe su nombre a la figura romboidal del volcán Maipo reflejado en sus aguas; el paisaje, espléndido y agreste, fue descrito por Antoine de Saint-Exupéry en Viento, arena y estrellas.

San Carlos promociona a la Laguna del Diamante como su “joya turística” más preciada.

Con una vasta historia, el río Diamante, que vierte sus aguas en la laguna homónima, hasta la llegada de los españoles fue un límite natural entre dos grupos aborígenes que habitaban la zona: los huarpes, al norte, y los cazadores recolectores puelches chiquillanes, al sur.

El cronista Jerónimo de Vivar escribió en 1558 que el Imperio incaico había establecido una saywa (mojón) en las cercanías del río Diamante.

Nuevos hallazgos realizados en 2022 en las faldas del Volcán Maipo encontraron dos yacimientos incaicos, designados LD-S25 y LD-S26, compuestos por una serie de recintos, habitaciones y muros pircados, además de saywas con probable función astronómica.

Vista de la laguna con el Volcán Maipo de fondo.
Imagen satelital de la laguna y el volcán Maipo.