Gregorio de Laferrère
[1] Creció con sus tres hermanos en un hogar que estaba ligado con las más prestigiosas familias del país.Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Buenos Aires, sin destacarse como alumno pero mostrándose interesado por la lectura.En 1898 fue elegido diputado nacional por el distrito electoral de Buenos Aires, cargo que ocupó por reelecciones sucesivas hasta 1908.fue caracterizado por el crítico e investigador Luis Ordaz como un vodevil con tema ingenuo pero desarrollado con mano diestra y desbordante de humor satírico aunque sin caer nunca en lo burdamente caricaturesco.Esta encantadora comedia de costumbres que se ha convertido en otro clásico del teatro nacional fue recibida por la crítica con reservas, como obra de un gran señor mundano que escribía para la escena por hobby, sin tomar su labor en serio.Se equivocaba: el público la aclamó desde el comienzo y la siguió cuando fue trasladada al Rivadavia; tuvo ochenta representaciones consecutivas, algo inusitado en la época.Al ir circulando va aumentando en gravedad y detalles hasta llegar a oídos del supuesto ofendido.En el tercer acto, ya la pareja en la soledad de su hogar, se precipita el final trágico.Doña María fracasará finalmente en retenerla en su casa como carnada de su anzuelo porque se escapa con su novio.La obra disfrutó de un inmenso éxito para la época, llegando a las ciento cuarenta representaciones consecutivas.Al comienzo era apenas un monólogo para el beneficio de la célebre actriz cómica Orfilia Rico, titulado Reíte un poco.[9] El crítico Ernesto Schoo ha dicho sobre esta obra, considerada una pieza maestra en el desarrollo de la dramaturgia local:Es la comedia del espiritismo ingenuamente adoptado por la credulidad de don Ramón, que introduce en su propia casa.