[2][4] Su pH en disolución acuosa es alcalino, estando entre los rangos de 10 a 11.5.
Su empleo se justifica por poseer propiedades antimicrobianas, generalmente contra levaduras y hongos.
Posee propiedades relajantes de las fibras musculares y es por esta razón por la que se suele incluir en los productos cárnicos marinados, en las pechugas de pollo, en la costillas adobadas, etc.[2] No suele emplearse en grandes cantidades debido a que puede afectar al sabor de ciertos alimentos cárnicos.
[4] En algunas ocasiones se encuentra como ingrediente de bebidas isotónicas para deportistas.
En las técnicas de encuadernación suele emplearse el lactato potásico para el tratamiento del cuero.