Laberinto de la catedral de Amiens

Según la mitología griega, el primer laberinto fue construido en la isla de Creta por Dédalo y en él, Teseo luchó contra el Minotauro, en representación de las batallas arquetípicas de conciencia contra la bestialidad humana, del caos en la vida diaria.

Este primer laberinto, hecho de zigzags y entrelazados, fue el modelo de diseño para la pavimentación de diversos palacios y catedrales.

Se convirtió en un símbolo religioso para los cristianos.

El laberinto de Amiens conforma un octágono, con 234 metros de camino en zigzag, el de color negro lo debían seguir de rodillas los fieles en alegoría a una peregrinación a Tierra santa.

La piedra central muestra una cruz que da la orientación de los cuatro puntos cardinales y a su alrededor se distribuyen los tres arquitectos de la catedral Robert de Luzarches, Thomas y Renaud de Cormont, y el obispo Ëvrard de Fouilloy.

Suelo de la catedral de Amiens donde se aprecia el laberinto
Piedra situada en el punto central del laberinto de Amiens.