La recuperación de Bahía de Todos los Santos
La noticia de la victoria fue recibida en la península con numerosas muestras de alegría y a ella dedicó Lope de Vega una obra teatral estrenada en noviembre del mismo año con el título El Brasil restituido, en la que se inspiró el pintor dominico.[5] Lo representado, que no responde a ningún hecho realmente ocurrido, ilustra uno de los momentos culminantes de El Brasil restituido de Lope de Vega: el momento en que la guarnición holandesa presenta sus condiciones para la capitulación que don Fadrique rechaza pues, dice, no se le ha enviado a concederles mercedes sino a castigar su insolencia, aunque inmediatamente después, terminando el tercer acto, ante un retrato del rey y en su nombre les otorga un generoso perdón, que hará posible su repatriación en dignas condiciones :Descúbrese el retrato de S. M. Felipe IV, que Dios guarde.[7] A los pies de Olivares otras dos figuras alegóricas, según la Iconología de Cesare Ripa, representan el Furor con las manos atadas a la espalda, como derrotado por la Razón, y el Fraude o la Hipocresía, como figura femenina con doble cara, las manos invertidas y en ellas una rama de olivo como emblema de la paz que ofrece engañosamente, solo para apuñalar por la espalda con la daga que esconde en la otra mano, imagen, quizá, del maquiavelismo repudiado por Olivares.[8][9] Sobre el dosel, en una cartela que sostienen dos angelotes, la inscripción latina «sed dextera tva» tomada del Salmo 43,4 de la Vulgata,[10] otorga la victoria a la intervención divina.