[5] En su catálogo razonado de obras del Greco, Harold Wethey distingue dos modelos sobre este tema.
[9] La gran roca detrás de Cristo parece ser su propia sombra, engrandecida y convertida en piedra.
Los apóstoles dormidos son representados pequeños y alojados en un alveolo formado por una nube.
[10] A pesar del extraordinario juego de formas, lo más importante de este lienzo es el color, que sirve para dinamizar, realzar y dar belleza y armonía a cada elemento.
Estos elementos —además de su belleza— dan a la escena un cierto carácter terrenal, sin el cual esta obra sería excesivamente visionaria.