La primera publicación en inglés del ensayo fue en la revista estadounidense Aspen, núm.
¿El héroe de la novela intersado en ignorar al castrado que se esconde bajo la mujer?
¿El individuo Balzac al que la experiencia personal ha provisto de una filosofía sobre la mujer?
La escritura es ese lugar neutro, compuesto, oblicuo, al que va a parar nuestro sujeto, el blanco-y-negro en donde acaba por perderse toda identidad, comenzando por la propia identidad del cuerpo que escribe"[2] (Barthes volvió a Sarrasine en su libro S/Z, donde hizo una lectura minuciosa y rigurosa de la historia.)
En el campo de la lingüística se "muestra que cualquier enunciado completo es un proceso vacío."
En lugar de descubrir un "único significado 'teológico' (el 'mensaje' del Autor-Dios)", los lectores de un texto descubren que la escritura, en realidad, constituye "un espacio multidimensional", que no puede ser "descifrado", sino "desenredado".
[3] Las ideas presentadas en "La muerte del autor" ya se anticiparon, hasta cierto punto, por la Nueva Crítica, una escuela literaria de crítica en los Estados Unidos relevante en los años 40 y 70 del siglo XX.
No obstante, el crucial principio de la Nueva Crítica conocido como "falacia intencional" establece que un poema no pertenece a su autor, sino que "se separa del mismo en su nacimiento y vaga por el mundo más allá del poder del autor para controlarlo.
[5] El teórico literario Seán Burke dedicó un libro entero a oponerse a "La muerte del autor", llamado deliberadamente La muerte y el regreso del autor .
Aquellos que lo toman literalmente suspenden esa prueba automáticamente; quienes lo toman con ironía y reconocen que se trata de una obra de fina ficción satírica son quienes pasan la prueba.
Sin embargo, vistos a través de una perspectiva pedagógica, los investigadores consideran los encuentros entre los estudiantes y los textos como transacciones dialógicas y potenciadoras que deberían aprovechar el conocimiento del estudiante para asumir la multiplicidad del lenguaje.
[8] Concretamente, en un entorno académico, estas investigaciones consideran que la literatura puede usarse como un vínculo conceptual para que los estudiantes conecten el contenido del aula con el mundo exterior.
En la tradición barthesiana, su objetivo pedagógico enfatiza la subjetividad de los estudiantes al sustentar preguntas literarias que comienzan en la superficie pero eventualmente se elevan a un nivel interpretativo que los anima a expresar sus propios puntos de vista.
Hay otras investigaciones basadas en “La muerte del autor” que subvierten sus ideas originales de alterar la singularidad de la crítica e interpretación literarias centradas en el autor.
Pueden mencionarse dos estudios adicionales que profundizan en esta noción con una atención matizada a la autoría colectiva.
Los temas del ensayo de Roland Barthes también se han aplicado a la investigación sobre pedagogía crítica.