La gaviota (película de 1955)

Gaviota (María Antonieta Pons), una muchacha huérfana recogida por un matrimonio dueño de un hotel en un puerto y a la que hacen trabajar sin tregua, entabla relaciones ilícitas con Don Carlos (Dagoberto Rodríguez), un pintor, mientras su novio Antonio (Joaquín Cordero) que ha obtenido trabajo en un barco, se encuentra de viaje.

Antes, le deja una carta explicándole todo junto con gran cantidad de dinero que sirve de tentación a los dueños del hotel que se lo apropian rompiendo la carta.

Gaviota se dedica a trabajar en un cabaret, en donde la encuentra el novio que ha regresado.

Al saber que el pintor ha vuelto divorciado y dispuesto a casarse con la muchacha, decide sacrificarse y hacer que ella se vaya con el hombre, teniendo en su mente suicidarse.

Primera cinta a color en la filmografía de la rumbera cubana María Antonieta Pons.