Defensa de Cádiz contra los ingleses

[3]​ Inventariado sin nombre de autor en 1701, Ponz atribuyó el cuadro a Cajés, atribución que conservó hasta que, en 1945, María Luisa Caturla publicó la carta de pago de 1100 ducados a Zurbarán por «los diez quadros de pintura de las fuerzas de Hércules y dos lienzos grandes que ha hecho del Socorro de Cádiz».

Sus rostros constituyen magníficos retratos, sus manos bien dibujadas, el color es excelente y las armaduras centellean con la luz.

Pero Zurbarán no logra relacionarlos del todo, si bien anima la composición por sus posturas —de perfil, de espaldas, otros vueltos de tres cuartos— y por la forma como sostienen sus sombreros, bastones y espadas.

Grupos de los soldados españoles repelen el ataque, dirigiéndose hacia la costa, cubierta de embarcaciones.

Las lejanías —más bien endebles— se habían atribuido a Jusepe Leonardo, pero actualmente se adjudican a Zurbarán y a sus ayudantes, quienes no logran relacionar plenamente el fondo con los personajes del primer término.