La caída de Berlín

Esta película retrata la Segunda Guerra Mundial como una victoria personal de Stalin, idealizando al dirigente soviético y exagerando su papel en los acontecimientos.

La exageración alcanza su clímax en los seis últimos minutos del film, cuando Stalin (quien, en realidad, jamás había pisado Berlín) desciende del avión que lo trae de Moscú a Berlín para dirigirse con un discurso patriótico a una enfervorizada muchedumbre que no sólo porta banderas rojas soviéticas sino también la estadounidense, la británica, la checa y otras.

Stalin pregunta a sus generales quién tomará Berlín, ellos o los Aliados Occidentales.

Los avances del Ejército Rojo hacia Berlín son imparables, mientras Hitler tiene un ataque nervioso y reclama que sus soldados luchen hasta el final.

[7]​ Este filme fue el primer largometraje cuyo tema fue la Batalla de Berlín.

[9]​ El historiador ruso Aleksandr Prójorov consideró que la película estuvo influida por filmes de la propaganda del nazismo.

No fue capaz de rodar en el Edificio del Reichstag, pues éste se encontraba en la Zona británica de Berlín Oeste, y subsanó esto principalmente utilizando los estudios Babelsberg.

[13]​[4]​[14]​ El Ejército Soviético prestó para este filme cinco divisiones, formaciones de artillería de apoyo, tanques, aeronaves militares e inclusive 45 tanques alemanes capturados para recrear las batallas.

[16]​ El crítico francés Georges Sadoul escribió en Les Lettres françaises: "En la URSS, las películas han devenido en un medio para extender la ideología".

[2]​ Richard Taylor señaló que se presenta a Stalin como el único responsable de la victoria sobre la Alemania nazi.

[6]​[20]​ De hecho, en la secuencia final de la película, Stalin estrecha la mano a los generales Chuikov, Kónev y Rokossovski, mientras Zhúkov -jefe máximo del Primer Frente Bielorruso que inició el ataque sobre Berlín- ni siquiera está presente durante el saludo.

Slavoj Žižek apunta que Stalin desempeña en el film el papel de mago y casamentero (magician and matchmaker) consiguiendo reunir finalmente a los protagonistas Alekséi y Natasha.

Todas estas cosas han sido mostradas a la nación desde un punto de vista falso".

Vladímir Savéliev y Marie Nováková como Adolf Hitler y Eva Braun
Stalin aterriza en Berlín.