La Segua (película)

Su argumento toma como base la obra de teatro La Segua, del escritor costarricense Alberto Cañas Escalante, acerca de una mítica criatura, la Segua, una mujer muy hermosa que se aparece por las noches a los viandantes, pero que se transforma en un terrorífico monstruo con la cabeza de caballo.

En la ciudad de Cartago, en la Costa Rica colonial, una hermosa mujer, Encarnación Sancho (Isabel Hidalgo) vive atormentada porque cree que es la Segua, razón por la cual se ve impedida a corresponder al amor de los hombres que la cortejan.

Petronila (Blanca Guerra), su celosa y malvada enemiga, se encuentra enamorada del pretendiente de Encarnación, José Corona (Rafa Rojas), un teniente español, por lo que, para deshacerse de su competidora, busca la ayuda de una vieja bruja, María Francisca Portuguesa (Ana Poltronieri).

Corona pierde el juicio por el terrible encuentro, clamando enloquecido que Encarnación es la Segua.

Finalmente, Encarnación acepta casarse con un hombre ciego, viejo amigo de su familia, don Félix Fernández (Alfredo Catania), que nunca podrá ver su belleza y tampoco podrá ver al monstruo que habita en ella.

La Segua es el monstruo legendario en que se basó la cinta.