La Negrita, el Milagro de Nuestra Señora de los Ángeles

Allí, Juana conocerá al hijo del gobernador, el joven capitán español don Diego, con quien entablará una buena amistad y llevará a conocer su querida selva, donde le hará ver la bondad de los animales y la belleza de la naturaleza.Incluso se desatará una tormenta que hará caer la rama de un árbol sobre el abuelo Julián, dejándolo herido e inconsciente.Y será, en esos momentos de mayor abatimiento, que, sobre una piedra en la selva, una pequeña imagen negrita de la Virgen María con su Hijo en brazos, se dejará encontrar una y otra vez por la bondadosa Juana, y que al ser llevada por esta al pueblo, traerá el consuelo celestial que sus pobres habitantes tanto necesitaban.Luego, el párroco con su sacristana, el gobernador y los demás devotos lugareños, caen en cuenta sorprendidos que la imagen inexplicablemente desaparece del pueblo para regresar al lugar donde fue encontrada en la selva (allí, cerca de donde viven Juana y la gente despreciada), lugar al que presurosamente y en plena noche, se dirigen todos en procesión, a buscar a su pequeña Negrita.Al llegar a la piedra de hallazgo, Juana toma la imagen en medio de un gran resplandor, el cual ilumina a los emocionados aldeanos y cuyo reflejo llega hasta el lecho del querido abuelo Julián, quien en ese momento queda milagrosamente curado.