El relieve del territorio es el propio de la transición desde el valle del río Guadalope hacia el Sistema Ibérico turolense, por lo que es de elevada altitud y con varias zonas alomadas y barrancos.
La ocupación del territorio queda atestiguada por yacimientos arqueológicos de época ibérica.
[6] Actualmente la economía del municipio se fundamenta especialmente en el sector primario y secundario, siendo en este último donde se registra un mayor número promedio de afiliados a la Seguridad Social.
En el sector primario es destacable la ganadería porcina intensiva (10.700 cabezas de ganado en 2009), a la que sigue en importancia la ganadería ovina (4.315 cabezas de ganado el mismo año).
La actividad agrícola se centra en los cultivos de secano (597,9 ha en 2009), especialmente cereales y, en menor medida, frutales y cultivos forrajeros, limitándose el uso de regadío a los pequeños huertos destinados al consumo propio.