Cuenta con playas no urbanas, con sistemas de dunas y grandes pinadas.Antiguamente muy orientada a la agricultura y la pesca, hoy en día la economía de La Marina se enfoca más al turismo sostenido gracias a una política muy restrictiva al desarrollo urbanístico incontrolado.Durante la Guerra Civil fue saqueada y convertida en cuartel siendo restaurada pasada la contienda.En ellas destacan actos como la charanga, la procesión, la mascletá y los fuegos artificiales en honor a los patronos.[2] La playa del Pinet se encuentra a escasos metros al norte de La Marina y refleja un aspecto mucho más tradicional, con casitas, restaurantes y dos hostales en la misma arena de la playa.