De este modo, Cataluña se convierte en la primera comunidad autónoma española que tiene su propia lotería navideña.
La imagen pública del sorteo es un cabezudo representando a una tía soltera, tieta[8] en catalán.
[10] Según la directora general de Tributos y Juegos de la Generalidad, Elsa Artadi, los números más demandados para la primera edición del sorteo fueron el 1714 y el 2014.
[13] En la presentación, el consejero de Empresa, Felip Puig, integró al nuevo sorteo dentro del proceso soberanista que promovía el gobierno catalán: "Tendremos lo que tiene un país normal".
[16] Un día después del anuncio de su creación, Xabier Gabriel, propietario de La Bruixa d'Or, cuestionó en una entrevista al diario El País la viabilidad de la nueva lotería: cuestionó las fechas elegidas y la —a su juicio— escasa base de potenciales clientes e incluso el diseño del billete.
[17] Tras la presentación oficial del sorteo y de su imagen pública, Teresa Crespo, presidenta de Entitats Catalanes d'Acció Social, criticó la elección del cabezudo representando a una mujer de mediana edad que, a su juicio, representaba a «las señoras del siglo pasado con elevados recursos económicos, esposas de señores importantes, que visitaban a los pobres y practicaban la beneficencia con una sonrisa vacía que no transmitía ni reflexión, ni inteligencia, ni capacidad decisoria, ni acción consciente, ni voluntad para transformar un mundo que les era favorable, elogiadas a cambio de una limosna».