Su puesta en funcionamiento revirtió la participación de mercado del tren y el avión entre París y Marsella ya que situó a ambas ciudades - separadas por 750 km - a tres horas de tren.
Actualmente dos de cada tres pasajeros entre París y Marsella se desplazan en tren.
La nueva estación de Valence TGV facilita el intercambio de la LGV con la línea ferroviaria tradicional Valence-Grenoble y permite rápidas conexiones hacia Valence, Romans-sur-Isère y Grenoble.
La rama sudoeste, considerada como el inicio de la futura LGV Languedoc-Roussillon enlaza con la línea tradicional Aviñón-Nimes en Redessan, teniendo una longitud de 25 km.
La rama sudeste sirve a las nuevas estaciones Avignon-TGV y Aix-en-Provence-TGV y conecta con la línea tradicional a la entrada de Marsella.