Santo Domingo era escenario de conflictos cada vez más fuertes entre colonos blancos, los mulatos libres y la mayoría de la población esclavizada, luchas que se entrelazaban con el enfrentamiento entre quienes apoyaban la revolución francesa y quienes propugnaban por el restablecimiento del Antiguo Régimen o la independencia de la isla.
En febrero de 1793 se produjeron dos importantes hechos: el rey Luis XVI fue ejecutado estableciéndose la República y Francia declaró la guerra a Gran Bretaña.
Los realistas se sublevaron encabezados por el general Galbaud, jefe de las fuerzas francesas en Le Cap.
En especial Inglaterra envió en 1794 una poderosa expedición cuyo número exacto de tropas es incierto pero que ocupó Puerto Príncipe y otros puntos costeros.
Las fuerzas francesas fueron derrotadas en las ciudades costeras por los ingleses y en gran parte del interior por los españoles.
El 5 de mayo de 1794, Toussaint Louverture, líder de los esclavos que se liberaron en el norte, que desde 1791 hasta entonces había luchado para España, tras ser contactado e influenciado por los comisarios y el general en jefe Etienne Laveaux, se decidió a pasar con sus tropas al bando revolucionario francés.
El ejército que estaba a su mando, en el que había soldados negros, mulatos e incluso algunos blancos atacó a los españoles y les arrebató una decena de ciudades.
Cuando Napoleón tomó el poder fue arrestado y luego desterrado a las afueras de la capital.