Aunque algunos creen que el Kuvasz ya existía en Hungría en la época de los hunos, otros opinan que llegó allí procedente de Asia y Turquía, con las invasiones mongoles.
Anteriormente había sido usado también como perro de caza para perseguir lobos, jabalíes y osos.
El Kuvasz es de buena talla, sólidamente construido y con un aire digno.
Es un perro sobrio y sufrido, que resiste a la intemperie las condiciones más duras.
Bajo su apariencia digna se esconde un temperamento juguetón que le hace ser un fiel amigo de los niños.