El hombre debe continuar hasta lograr que la mujer llegue al orgasmo, eyacule o produzca abundante secreciones.
[1] Se conoce por diferentes nombres en diferentes regiones, el término ugandés regular es kakyabali (a menudo kachabali en ortografía anglicizada) o "Western Jazz" en jerga, debido a su prevalencia en las regiones occidentales como Ankole.
Por ese motivo, para insinuarlo específicamente, el pueblo de Ruanda cuenta con la expresión “perro que bebe agua”.
[6] Durante los años 2010, la práctica se difundió a través de los medios sociales en Kenia.
[13] Según se va humedeciendo la vagina, el hombre repite los mismos movimientos circulares en la apertura de los labios menores.
[15] Inicialmente la fricción puede causar cierta molesta si la zona no se halle debidamente lubricada.
[4] El agua sagrada es un documental del director belga Olivier Jourdain; el cual se adentra en este secreto a voces de la cultura tradicional ruandesa y en la práctica llamada Kunyaza, que los hombres mayores conocen y que van pasando a las nuevas generaciones.
En el documental se puede ver a los ruandeses hablando con naturalidad sobre la anatomía femenina y los caminos para lograr que la mujer eyacule.
Todo bastante diferente de lo que sería una típica conversación sobre sexo entre varones más preocupados con su propio placer.
Hombres mayores y adolescentes hablan sobre la técnica de "hacer brotar el agua", conocida como kunyaza.
[11] En relaciones homosexuales femeninas, pueda ser practicada sustituyendo el glande del pene por los dedos u otro objeto estimulante.