Stephen Holden, de The New York Times, calificó la película como «emocionalmente remota», pero alabó su aspecto y su música.
[cita requerida] Kundun, en en tibetano: སྐུ་མདུན་་, wylie: sku mdun significa «la presencia», es el título que se le da al dalái lama.
La película tiene una cronología lineal con acontecimientos, en el entorno del Tíbet, que abarcan desde 1937 hasta 1959,[1] a excepción de breves secuencias en China e India.
Mientras Mao expresa públicamente sus simpatías hacia el pueblo tibetano y al dalái lama e insiste en que se deben hacer los cambios como el dalái lama considere adecuados, las relaciones inevitablemente se deterioran.
Tras su regreso al Tíbet, el dalái lama se entera de más atrocidades perpetradas contra su pueblo, que ya han reprobado su tratado con China y han comenzado una acción guerrillera contra los chinos.
Durante un arduo viaje, a lo largo del cual son perseguidos por los chinos, el dalái lama se pone muy enfermo y experimenta dos visiones personales, primero que su viaje a la India será propicio y que, de manera similar, su eventual regreso al Tíbet también será propicio.
Una vez que el dalái lama llega a su nueva residencia, desempaqueta su telescopio y sale al exterior.
La película concluye con dos líneas impresas en la pantalla: «El dalái lama aún no ha regresado al Tíbet.
Ellen Lewis, directora de reparto, viajó por todo el mundo buscando actores tibetanos para la película.
Tampoco eran actores pero dejaron sus trabajos o monasterios para desplazarse a Marruecos y rodar la película.