Es uno de los pocos puentes habitados que quedan en el mundo.
[4] La sección del puente que soportan los seis arcos mide 79 m de largo.
En las plantas bajas hay locales comerciales y las superiores son viviendas.
El Krämerbrücke se halla en la ruta que va del río Rin a Silesia.
[13] En aquella fecha, mercaderes y comerciantes ya habían instalado puestos a ambos lados del puente.
El nombre Krämerbrücke, que significa "Puente de los Mercaderes", se viene utilizando desde 1510.
[13] Más adelante, se empezaron a vender en el puente productos como papel, artículos de orfebrería, seda, especias y perfumes orientales, como el incienso, procedentes de lugares remotos, y el glasto de producción local, un valioso tinte añil que daba renombre a Erfurt y que se vendía a comerciantes que lo distribuían por toda Europa.
[13] La iglesia de San Benito (Benediktikirche), ubicada en el extremo oeste del puente, fue vendida en 1807 y posteriormente demolida, a excepción de su torre, en 1810, para construir una nueva casa.
[7] En abril de 1945, en plena Segunda Guerra Mundial, las casas del número 11 al 14 resultaron dañadas en un bombardeo aéreo estadounidense, y la número 12 quedó completamente destruida.
Las plantas superiores de los edificios son en su mayoría viviendas habitadas.
En la época medieval, los edificios no estaban numerados y muchas personas eran analfabetas, por lo que a veces se colocaban distintivos en los edificios o sobre las puertas para poder localizar fácilmente la casa y a sus ocupantes.
[20] Se trata de una celebración que gira en torno al puente y a la cultura medieval.
El festival lo inaugura oficialmente un actor que interpreta al personaje folclórico de Till Eulenspiegel, que según cuenta la leyenda visitó Erfurt y engañó a los profesores de la universidad diciéndoles que había enseñado a leer a un burro.