Entre el siglo XIV y el final de la Segunda Guerra Mundial, Kočevje fue un enclave lingüístico alemán, en donde se hablaba un dialecto bávaro llamado Gottscheerish o Granish.
Debido a las incursiones otomanas (que empezaron en 1469), el emperador Federico III ordenó la construcción de un asentamiento fortificado protegido por un foso en una curva del río Rinža.
En 1507, Kočevje pasó a manos del barón Georg Thurn, cuya crueldad provocó una revuelta popular en 1515.
Después de estos hechos, las tierras pasaron por diversas manos hasta que fueron adquiridas por la familia Auersperg (Turjak).
Durante los siglos XVI y XVII, diversas plagas e incendios asolaron la población.
La administración Nazi tuvo que dedicar tropas y recursos a la protección de los recién llegados.
Los diversos campos fueron liberados por tropas estadounidenses y soviéticas al final de la guerra.