Mientras que sus espinas la hacen menos manejable, y sus delgadas cortezas amarillas más perecederas, las limas de los Cayos son más ácidas y aromáticas que las limas persas comunes, vistas durante todo el año en las tiendas de comestibles de los Estados Unidos.
Durante la mezcla, tiene lugar una reacción entre la leche condensada y la acidez del jugo de lima, que ocasiona que el relleno espese por sí solo sin necesidad de hornear.
Muchas recetas tempranas para la tarta de lima no requerían que el cocinero horneara el pastel, confiando en esta reacción química (llamada engrosamiento) para producir la consistencia adecuada del relleno.
La cocción también espesa la textura más de lo que lo hace la reacción por sí sola.
Estos pasaban muchos días seguidos en sus barcos, y almacenaban sus alimentos a bordo, incluyendo leche en lata (que no se echa a perder sin refrigeración), limas y huevos.