[1] Su descubrimiento fue estadísticamente confirmado en enero de 2015 gracias a las observaciones del telescopio espacial Kepler, que había registrado repetidos tránsitos entre el planeta y su estrella.Como consecuencia, Kepler-438b, que completa su órbita en solo treinta y cinco días, permanecería en la zona habitable del sistema.La capacidad real del planeta para albergar vida depende de muchos factores que son desconocidos.[9] De este modo, contaría con un hemisferio diurno y otro nocturno, divididos por un terminador o zona del crepúsculo inmóvil.En última instancia, este proceso podría culminar en un efecto invernadero descontrolado semejante al de Venus.Sin embargo, los cuerpos tan expuestos a los efectos de su estrella como Kepler-438b, pueden perder una parte significativa por el escape hidrodinámico.