Es una cocción larga, primero a fuego vivo y luego más bajo, para que el trigo se cueza lentamente.
Se perfecciona el secado dejando de nuevo el bulgur varios días al sol.
La larga cocción y el cuidadoso secado del bulgur hacen que se conserve durante mucho tiempo.
Por otro lado es un alimento precocinado, lo que permite ahorrar tiempo y combustible en el momento de prepararlo para su consumo.
Rico en hierro, fósforo, magnesio y vitaminas, su interés principal reside en su riqueza en glúcidos lentos.