Los éxitos comerciales del padre permitieron a la familia disfrutar de una vida burguesa entre las élites extranjeras alejandrinas.Él mismo se encargaba de distribuir dichos libretos sólo a quien consideraba que podía entender su obra.Cavafis sólo permitió que circularan unos pocos poemas raros durante su vida, insertados aquí y allá en revistas; su gloria, que llegó poco a poco, se alimentaba de hojas sueltas distribuidas con moderación entre amigos o discípulos; Esta poesía que sorprende a primera vista por su desapego, su casi impersonalidad, permaneció así, en cierto modo, secreta hasta el final, susceptible en todas sus partes de enriquecimiento y retoques, y beneficiaria de la experiencia del poeta hasta su muerte.También son muy leídos hoy sus poemas homoeróticos, que cantan las excelencias sensuales del amor furtivo, como "Recuerda, cuerpo...".Demuestra que, como creían los griegos, la historia es cíclica, e insufla los sentimientos de la nostalgia y del miedo a lo desconocido en sus evocaciones.Extrae sus temas del pasado, elegidos con una técnica hasta ahora desconocida, evacuando el contenido de los mitos, conservando sólo los nombres.Marguerite Yourcenar comenta: “La reminiscencia carnal ha convertido al artista en dueño del tiempo; su fidelidad a la experiencia sensual da como resultado una teoría de la inmortalidad.[11] Constantino Cavafis fue también una figura influyente en el novelista británico Lawrence Durrell, en cuyo Cuarteto de Alejandría es una presencia permanente.Su poema Esperando a los bárbaros fue fundamental en la concepción de la novela homónima del escritor sudafricano John Maxwell Coetzee.También hay que mencionar una novela corta fantástica, A la luz del día, traducida al español recientemente en 2007.Dos años después, en 1964, Elena Vidal y José Ángel Valente, vierten 25 de sus poemas al castellano, lo que constituye la primera traducción a nuestra lengua.Sus obras completas no serían traducidas al castellano hasta 1976, labor llevada a cabo por José María Álvarez.
Casa-museo de Cavafis, Alejandría.
Un busto de Constantino Cavafis ubicado en su apartamento.