Justus W. Schottelius

[5]​ A causa del origen judío de su esposa, el profesor Schottelius se vio obligado a salir de Alemania ante el avance del Nacional socialismo y se refugió en Suramérica.Entre ellos se contaron profesores de gran valía como Paul Rivet, Pedro Urbano González de la Calle, Luis de Zulueta, Pablo Vila, Francisco Vera, Manuel Usano, Francisco Cirre, Mercedes Rodrigo, José de Recasens, Fritz Karsen, Justus Wolfran Schottelius, Rudolf Hommes, Kurt Freudenthal, Gerhart Masus, quienes enseñaron en la Escuela Normal y contribuyeron a darle el alto nivel científico y pedagógico que ella mantuvo".Durante su estadía de tres años en Colombia, hizo viajes provechosos a San Agustín, Tierradentro, Bucaramanga y Los Santos, salvando en este último viaje colecciones únicas que constituyen ahora una de las joyas del museo.En 1941 llegó a Colombia Paul Rivet, también huyendo del nazismo que se extendía por Europa.Profundamente alemán por su origen y por su educación, sin esfuerzo, su pensamiento acogía la idea de la gran solidaridad humana.Sin que un instante le abandonase el culto para su patria, podía pensar y sentir como un miembro de la comunidad humana.Socialista impenitente como yo, permanecía convencido, aun en nuestros desalentadores tiempos, que algún día los egoísmos nacionales desaparecerán para que se pueda construir un mundo nuevo en un ambiente de libertad y de comprensión mutua."[7]​ Con la llegada al poder al Partido Conservador, en 1946, la situación de los emigrados disminuyó relativamente y así, a pesar del apoyo que inicialmente había dado el gobierno liberal a los expatriados, la familia de Schottelius quedó reducida económicamente.Los restos mortales del científico fueron exhumados unos años después, quedaron insepultos por algún tiempo.En 1948, a instancias del antropólogo Luis Duque Gómez y del propio psiquiatra Socarrás, fueron depositados en el antiguo Panóptico de Bogotá, acondicionado como Museo Nacional para recibir la Asamblea Panamericana de ese año."Justus W. Schottelius murió en avanzado estado de desnutrición y extrema miseria.Hubo cámara ardiente, lluvia de coronas y traslado del cajón en hombros desde la Escuela Normal hasta el cementerio."[9]​ La muerte sorprendió a Schottelius en vísperas de que se reuniera en Bogotá la Conferencia Panamericana y al desencadenarse los hechos violentos conocidos como El Bogotazo del 9 de abril de 1948, sus restos mortales fueron llevados a diferentes sitios, hasta que el gobierno, a instancias del Doctor José Francisco Socarrás, decidiiera darles sepultura en el antiguo centro carcelario denominado Panóptico de Bogotá, que por ese año se remodelaba como museo.