[4] Nada más regresar a Vitoria, el alcalde, Ramón María de Urbina, le encargó la Plaza Nueva,[5] cuya construcción se inició el 17 de octubre de 1781 y no se terminaría hasta diez años después.[7] En 1784, construyó, asimismo, la fachada del convento de las Brígidas, también desaparecido hoy.[7] Más allá de Vitoria, dirigió y construyó con arreglo a sus planos muchos edificios.Con puentes y pontones erigidos con arreglo a sus planos se salvó en varias ocasiones el paso del río Zadorra.[11] Cuatro años más tarde, se inauguró una lápida conmemorativa que lo recuerda en el portal de la calle de la Pintorería en el que «nació, vivió y murió».