Justicia y Caridad

El número de miembros no está claro, sin embargo se han arrojado cifras muy diversas: Desde el Partido de la Justicia y el Desarrollo marroquí se dijo que eran 5.000, las autoridades marroquíes lo estimaron en 50.000 y desde Justicia y Caridad se ha llegado a decir que hasta 1 millón.

[1]​ Se emplazan, fundamentalmente, en zonas urbanas como Casablanca, Mohammedia, Salé, Tánger, Tetuán, Safi, El Jadida o Marrakech.

Para hallar respuesta a este hecho hay que destacar su presencia en una cofradía llamada Bouchichiyya durante los años 1965 y 1973, bajo la autoridad del jeque sufí Al-Haj Al-Abbas.

[8]​ A nivel ideológico, tomaba referencia de personajes islámicos conocidos como Abdelkabir Al-Kettani, Hasan al-Banna y Sayyid Qutb.

No obstante, no se enfocaba en una simple crítica, sino que exigía al rey cinco acciones:[10]​ El monarca, sin embargo, hizo caso omiso a lo planteado por el sheikh.

[11]​ Esta liberación no supuso la libertad absoluta para el sheikh que tuvo que ver como en mayo de ese mismo año se le prohibía dar lecciones en la mezquita, lo cual configuraría el modus operandi de la organización, que se mantendría durante muchos años, a la hora de acercarse al guía espiritual: acudir a su hogar.

[12]​ Cabe destacar que en ese instante la situación nacional no era la misma ya que el círculo religioso existente estaba más controlado, los movimientos islamistas habían sido reprimidos y los efectos comunicativos de la “Marcha Verde” empezaron a dar sus frutos.

[23]​ Esta tendencia represiva contrasta, aun así, con los intentos del poder marroquí de negociar con la asociación para que fuera legalizada a cambio de reconocer la autoridad política y religiosa del rey.

Así, se observó un fortalecimiento tanto a nivel político como religioso de la misma, desarrollando nuevas actividades educativas y espirituales destacando las reuniones dedicadas al estudio del Corán y al dikr.

Esto no se debería tanto a un hecho de principios del movimiento como una elección estratégica teniendo en cuenta el análisis interno que se hacía del sistema político marroquí y su falta de preparación para recibir un liderazgo islamista.

Justicia y Caridad condenó firmemente estos actos terroristas sumándose al resto de movimientos islamistas del país que estaban agrupados bajo el nombre de “Movimientos islamistas marroquíes”.

[33]​[34]​ Este problema llevó a que se iniciase una persecución mediática del PJD, en la cual no se vio afectada al-'Adl wa-l-Ihsan debido a su carácter pacífico y su falta de presencia electoral.

[37]​ Sin embargo, el acontecimiento clave en la organización fue la campaña que se inició a través de la grabación y publicación de reuniones espirituales con el jeque Yasín que recibieron el nombre de qawma (قومة), palabra que significa levantamiento en árabe y que el propio Yasín usaba para referirse a la reversión del orden político marroquí, lo cual debería suceder en 2006, poniendo fin al sistema político marroquí del momento.

[45]​ En este punto, varias fuerzas se retiraron de las protestas, por lo que Justicia y Caridad aumentó su peso entre las asambleas organizadas por los opositores.

[47]​ Al-'Adl wa-l-Ihsan consideró los resultados amañados ante la alta participación existente y acusando a los observadores de no ser imparciales.

Tras la victoria del partido islamista PJD, las protestas llegaron a su fin y Justicia y Caridad anunció su retirada del movimiento 20-F el 19 de diciembre de 2011,[49]​ justificándolo en el debilitamiento de los colaboradores del movimiento antigubernamental, las diferencias existentes entre los diferentes entes y, por último, la imposición secular a nivel ideológico.

[51]​ Su sucesor fue Mohamed Abbadi que podía justificar su liderazgo a través de su conocimiento (علم) y la baraka (البركة) así como por su experiencia como contestatario al régimen, acompañado como adjunto por Fathallah Arsalane, de carácter más pragmático y político.

[53]​ En 2016, llamó de nuevo al boicot en las elecciones legislativas ya que a juicio del movimiento sólo serviría para "perpetuar el despotismo".

[54]​ Hacia 2017, Justicia y Caridad informó que se habían producido despidos en la administración y que esa campaña venía fomentada por la pertenencia de dichas personas al movimiento, siendo la mayor parte del Ministerio de Educación.

[57]​ Así lo muestra en su obra Modern World for Islam, en la que a través de un ejemplo demográfico, deja ver la llegada del régimen islámico y la decadencia occidental: No obstante, rechaza el concepto del choque de civilizaciones planteado por Samuel Huntington y que podría adscribirse al yihadismo.

Yassin plantea que estas ideas llevarían a un baño de sangre innecesario y que la solución pasa porque Occidente acepte su declive y mantenga un diálogo sincero con el islam, mostrándose así su crítica a la modernidad.

Como bagaje ideológico no utiliza retórica marxista como podría ocurrir en países europeos sino que la terminología y el relato es puramente islámico, haciéndose con un discurso típico de la democracia.

[60]​[61]​ A nivel colectivo para lograr esa justicia, Justicia y Caridad promueven la movilización social a través de manifestaciones, actividades colectivas en las mezquitas, beneficencia, etc. De este modo, la asociación demuestra su fuerza como movimiento y desafía al régimen.

Actualmente, los hombres fuertes son Mohamed Abadi y Fathallah Arsalane, en este orden.

Este Círculo dispone de tres secciones: una femenina, una sindical y otra estudiantil.

No obstante, coinciden en aspectos de índole internacional, como por ejemplo en las manifestaciones a favor del pueblo palestino.

Nadia Yassin en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Presencia de JyC en la manifestación del 20 de marzo de 2011 en Tánger.