Comenzó su carrera periodística escribiendo en la Revista River donde realizó su primer entrevista a quien fuese el gran ídolo de su juventud, José Manuel Moreno.
"Cuando terminamos de hablar, me dijo: Tratame bien, pibe, que te dejo un cacho grande de mi vida ", recordó alguna vez de aquella nota a la que remarcó como su mayor orgullo.
[3] Es considerado una eminencia en la gráfica deportiva con un estilo preciso, “Químicamente puro”, por usar un calificativo al que él solía recurrir, abundante en detalles y claves tácticas aunque no le faltaban metáforas y tintes líricos para hablar de determinados futbolistas o equipos.
En su estilo, jugaba un clásico con Osvaldo Ardizzone o con El Veco, otras dos glorias de la revista.
[7] Además del fútbol, era un apasionado por el Tango y el jazz, y gran admirador de Aníbal Troilo, Astor Piazzolla, Roberto Goyeneche, Carlos Gardel y Duke Ellington, entre otros artistas.