Julián Gómez del Castillo Domínguez

En 1936, estalla la Guerra Civil Española por lo que su familia se desplaza a Felguera, Asturias.

Así acuñó la frase: “Dios es Solidaridad”, el cual fue un grito que lanzó a la sociedad española para transformarla en más humana.

“Dar amor y entregar a fondo perdido, es lo único que no puede generar este sistema cada vez más totalitario”.

Julián fue atraído al catolicismo por un sacerdote con una posición y actitud ideológicas partidarias del movimiento Falange Española.

Hizo su primera comunión un 16 de abril, ya que para Julián, esa fecha era un día importante pues esa fecha era del Día Internacional contra la Esclavitud Infantil,[6]​para la cual Julián aportó múltiples esfuerzos durante su vida.

Al respecto mencionaba:“en la Iglesia siempre la santidad la pone Dios, mientras que las personas aportamos mediocridad y pecado… por eso caben en ella personas como yo”.Así va descubriendo que uno de los trasfondos del mensaje del Amor cristiano es la gratuidad y el otro era la libertad.

El franquismo los persiguió con todo tipo de crueldad, cárcel y múltiples controles.

A comienzo de los años 80, lanza el Movimiento Cultural Cristiano (MCC), al que se dedicará incansablemente hasta sus últimos días.

Así, Gómez del Castillo, se convierte en un ícono cultural por ser la persona que más ediciones sin afán de lucro, ha editado y difundido en la España contemporánea por la aportación a una cultura solidaria.

Hoy, ya muchos niños, hijos de militantes cristianos llevan su nombre en recuerdo suyo.