A pesar de las dificultades, y con los permisos especiales que concedían los correspondientes gobernadores, se pudo presentar como profesional en Cabra el 16 de abril del año siguiente, alternando con un aún desconocido Manuel Rodríguez, Manolete.
[2] Continuó aprovechando los permisos que le eran concedidos y con el apoyo de Domingo González, Dominguín, quien la contrató para torear en Murcia, Málaga, Albacete y Antequera, entre otras plazas, cerrando la temporada con un total de 33 novilladas.
[7] Era republicana y se exilió con la guerra civil española, lo que puso fin a su carrera profesional en España.
Juanita Cruz encontró su destino en América, donde ya tenía contratada su presencia en varias plazas de Venezuela, Colombia, Perú y, posteriormente, México.
A ésta le sucedieron escasas actuaciones, que fueron las últimas de su trayectoria profesional.
[8] Terminada la Segunda Guerra Mundial, viajó a Francia, donde vivía su hermano exiliado, y toreó por última vez.