[1] Se vio enfrentado desde la muerte de su padre con su tío Íñigo López de Mendoza, señor de Miedes, que lo consideraba bastardo.
[2] No obstante, los reyes dieron todo su apoyo a Juan y éste pudo, con apenas dieciséis años, administrar su mayorazgo sin problemas legales.
[3] También dirimió el pleito sobre la posesión de Huelva, que por sentencia del rey Fernando el Católico, en 1505, se concedió a la casa de los Guzmanes, a cambio de lo cual el duque recibió diez cuentos de maravedíes.
[3] Durante la conquista de Navarra, participó con ochenta lanzas, y además fue miembro del Consejo Real.
[3] También asentó otros dos monasterios masculinos de franciscanos observantes (en El Puerto de Santa María y en Medinaceli) y uno femenino para las hermanas clarisas (en Medinaceli).