Varias series de fotografías sobre maniobras militares, en Hoyo de Manzanares, en 1935, así como la serie que dedicó a las capeas en Illana, (Toledo), le valieron ser contratado por la Associated Press, agencia para la que trabajó en exclusiva.
Aquellas “Últimas tropas de la República” no jugaban a la guerra ni pretendían ser militares.
Al concluir la II Guerra Mundial, volvió Pando a sus asuntos artísticos, que amplió con los industriales y publicitarios.
Tampoco podemos considerar a la fotografía como arte estático, pues no sólo los escorzos y puntos de vista más dinámicos se cultivan hoy, sino que la misma luz en su tránsfuga palpitación aparece recogida en algunas de las pruebas que el fotógrafo Juan Pando expone aquí (...) Y cuando la cámara se acerca a la realidad más cotidiana, son las presencias habituales las que se magnifican en la intimidad del contemplador.
Siendo tan diferentes en sus maneras de ver, Pando y Ortiz Echagûe se complementaban.