María José, López Azorín, descubrió su testamento en el Archivo del reino de Valencia en 1993 y quedó definitivamente probado su origen aragonés.
De muy joven emigró a la ciudad de Valencia y entró a trabajar en el taller del turolense Pedro Artigues con cuya hija Jesualda se casó.
Viudo se volvió a casar en 1683 con" la doncella Florencia Valls", según aparece en el Archivo de protocolos del Patriarca.
Fue el progenitor de una saga de arquitectos muy influyentes en el barroco valenciano como sus hijos, Juan Bautista y Vicente Pérez Castiel Artigues y su sobrino José Mínguez .
[3] Asimismo tuvo un círculo de discípulos, muy importantes y numerosos, que proyectaron obras "a lo Juan Pérez Castiel", con la misma praxis constructiva y ornamental.