Es una iglesia de una sola nave con capillas entre los contrafuertes y cabecera poligonal.
En su fachada los elementos decorativos se concentran especialmente en la puerta, mientras que el resto es un muro liso de ladrillo sobre zócalo de piedra rematado por una balaustrada con bolas.
A los lados se abrían dos pequeñas capillas uno de cuyos arcosolios es aún hoy visible.
Realizada en estuco, pero trabajado con una calidad excepcional, las recargadas formas plenas de ángeles, telas y vegetación parecen trepar por las paredes.
Estas tres iglesias formaron parte del recorrido expositivo «La Gloria del Barroco» que finalizó en septiembre de 2010, convirtiéndose en una exposición única e irrepetible, ya que juntó en sus iglesias obras de arte de diferentes localidades españolas, algunas incluso consideradas patrimonio nacional.