[2] De humilde familia hidalga y forzado a trabajar desde muy joven por haber quedado huérfano,[1] emigró a Cuba siendo un adolescente en los años finales del reinado de Fernando VII.
[1] Finalmente obtuvo gran fortuna obtenida mediante actividades comerciales, financieras y la trata de esclavos.
Gran mecenas en su tierra natal, mandó levantar a sus expensas un colegio de San Juan Bautista para alumnos sin recursos económicos.
El edificio se conserva íntegro, situado frente al palacio y en la actualidad es un Instituto de Enseñanzas Medias.
Su esposa fue María del Carmen Hernández y Espinosa de los Monteros († 1894), con quien casó en 1873,[1] y quien por diez años disputó la herencia del marido, perdiendo al final la querella ante una hija cubana de Manzanedo,[4] Josefa, a quien él había legitimado en 1857.