Juan Llerena

[2]​ Alcanzó, sin embargo, a aportar su opinión sobre las condiciones que debían reunir los Senadores nacionales, aunque no torció la voluntad mayoritaria.[1]​ Votó a favor y firmó el acta por el que se sancionaba la Constitución Nacional.[2]​ El Congreso siguió sesionando para poner en marcha las instituciones establecidas por la Constitución, y Llerena participó en la sanción de varias leyes.De carácter soñador, según el testimonio del diputado Benjamín Lavaisse desaparecía durante varios días, haciendo turismo por los pueblos vecinos.[1]​ En 1860 se fue a vivir al entonces pueblo de Belgrano, actual barrio homónimo en Buenos Aires, en donde integró la comisión Municipal en 1869 y el Consejo Consultivo en 1870.[1]​ Se incorporó al ministerio de relaciones exteriores, bajo las órdenes del ministro Bernardo de Irigoyen, que lo envió a distintos destinos en América y Europa,[2]​ incluyendo misiones oficiales en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido.