Juan José Segovia

Hizo oposiciones a las Canonjías Doctoral, Magistral y Penitenciaria de aquella Iglesia Metropolitana, y mereció se le diese el tercer lugar, aún sin tener las Órdenes Mayores.En La Plata, Manuela del Risco y Agorreta, dada la ausencia de su esposo, el Dr.En cuanto a lo riguroso de la prisión, el Capitán Manuel Soler, comisionado para su subsistencia, declaraba que al encomendársele ubicarlo a Segovia, no encontró mejor lugar que el que servía como sala para las declaraciones de los reos en las Casas de Oruro, siendo la habitación más seca, resguardada y amparada de la intemperie; que había una persona encargada de su manutención y limpieza; que se le permitía afeitarse y confesarse, y estaba sólo en su cuarto, sin grillos ni requisas periódicas.Por eso, consultando el Consejo de Indias, el rey había resuelto que substanciaran y determinaran recurso en este asunto, dándole cuentas justificadas de la providencia expedida y sus fundamentos, y que si no resultaba otra la causa para su arresto, liberarán a Segovia poniéndolo en libertad bajo fianza.El acusado afirmó hallarse en Chuquisaca en los días 22 y 23 de julio de 1785, sucediendo que estando la noche del 21 de julio en su casa en compañía del Alcalde Ordinario Juan Antonio Fernández y otros sujetos, llegó una mujer llorando y quejándose con otras, sobre que un soldado había dado muerte a su marido.Al principio Segovia se negó, pero luego ayudó en la contención de la plebe, sufriendo insolencias y algunos golpes con piedras, logrando sosegar y hacer retirar a la plebe atumultada.Después que la tropa hizo una descarga a la multitud, la plebe se retiró; Segovia luego recorrió algunas zonas para apaciguar los ánimos.Frente a esos acontecimientos que revelaban el estado de descomposición a que había llegado la dominación española en América, Segovia mantuvo firme su fe en el régimen hispánico, su lealtad al rey y su amor al orden colonial.Nunca su pensamiento tuvo una audacia ni se dejó seducir por las corrientes renovadoras que surgían en su época.Tenía una concepción, según la cual, la historia estaría hecha no por las masas anónimas, sino por los héroes.