Posteriormente fue juez y vicario de Frontera, con sede en su natal Santiago del Estero.
[2] Al estallar la guerra civil de 1829, Neirot se pronunció por el bando favorable a la Liga del Interior, dirigida por José María Paz, y apoyó la gobernación de Román Deheza.
La victoria federal de 1831 lo obligó a abandonar Santiago del Estero.
Se estableció en Ancasti, provincia de Catamarca, donde ejerció como cura párroco.
[5][2] Una escuela en la capital de su provincia natal homenajea a este sacerdote y patriota.