Allí, combatió a los piratas chinos y logró consolidar la presencia francesa organizando la administración del país.
La propia nueva reina, Ranavalona III, resultó sorprendida manteniendo correspondencia con los opositores a la ocupación francesa, lo que ocasionó que perdiese el trono y se viera forzada a emprender el camino del exilio hacia Argel.
En ocho años de proconsulado, logró pacificar la gran isla, pudiendo proceder a su colonización efectiva.
[cita requerida] Según el general Gallieni, la acción militar debía ser acompañada por la ayuda a los pueblos colonizados en diferentes ámbitos, como la administración, la economía y la enseñanza.
Requería un contacto permanente con los habitantes, a la vez que un perfecto conocimiento del país y de sus lenguas.
Su relación con Joffe era tormentosa, habiendo especial discrepancia en las tácticas utilizadas en la batalla de Verdún.
Durante sus muchos viajes y campañas militares, colectó muchos elementos etnológicos que envió al Museo de Toulouse.
Gallieni publicó algunos libros en que explicaba su carrera: También es posible la consulta de algunas obras sobre él: