[2] Entre sus obras más importantes se encuentran la novela Los Sangurimas y el cuento La Tigra.
En 1921 se graduó como bachiller de la República del Ecuador en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte.
El último poema fue dedicado a Teodoro Alvarado con una nota: «amante de los epítetos parnasianos que solo dicen armonía».
En esta publicación también salieron tres artículos cortos: «Medardo Ángel Silva», la que es una nota necrológica por motivo de la muerte del poeta; «Los predestinados», que es una reseña del libro La edad heroica (Madrid, 1916) de Luis de Zulueta; y finalmente «La mujer», apología al género femenino.
Fue profesor de Moral y Gramática en el Colegio Vicente Rocafuerte.
En la misma institución llegó a ser bibliotecario y, después, vicerrector.
La mayoría de sus clientes eran montubios, a los que, algunas veces, cobraba unos pocos centavos.
Durante este tiempo fue parte de la página femenina del noticiero.
En 1925 aparecieron Perlita Lila, y Olga Catalina, folletos que contienen un solo cuento.
En 1925, junto con otros personajes, fundó en Guayaquil el primer intento de una Universidad Popular, la que, tenía como objetivo principal, el ayudar a la gente del pueblo a obtener una educación mínima.
Ese mismo año De la Cuadra publicó su último libro, Guásinton.
El cual es una colección de catorce cuentos, dos crónicas y seis reseñas.