José Urbán Aguirre

Colaboraba con entusiasmo con varios periódicos que se editaban en nuestra entidad.

Caracterizaban al profesor José Urbán Aguirre, la constancia, el deber, la disciplina y la probidad, además de una puntualidad cronométrica en el desempeño de sus quehaceres: lloviera, tronara o relampagueara, siempre se le veía austero y afanoso, desde hora temprana detrás de su escritorio.

Pudiera decirse que su lema es aquel de Víctor Hugo: "el deber es un dios que no consiente ateos”, o aquel otro: “bueno es ejercer un derecho, pero mejor aún cumplir un deber".

Como funcionario estaba ampliamente capacitado por sus años de servicio en el Gobierno local, su preparación y honradez eran plena garantía en cualquier comisión que se le designara.

Hombre preparado, escritor y fogoso orador, hacía un papel brillante en cualquier lugar.

No tenía patrimonio, vivió con la jubilación que, conforme a la ley, le fue concedida.

José Urbán Aguirre, gobernador interino de Morelos, durante la colocación de los restos del general Emiliano Zapata en el monumento que se develó ese día en la Plaza de la Revolución del Sur, conocido como El Señor del Pueblo. 10 de abril de 1932. Fototeca-INAH, Secretaría de Cultura de México.