José Suárez de Urbina

No obstante, permaneció leal a la causa carlista, en la que militó activamente.[4]​ Compuso numerosas poesías de rima fácil y vigorosa, con frecuencia relacionadas con la causa tradicionalista y leídas muchas veces en las veladas de los círculos carlistas e incluso en el exilio ante Don Carlos.[3]​ Entre sus obras se cuenta una versión en castellano del Guernikako Arbola.[4]​ Mantuvo también amistad con el poeta extremeño Francisco Sánchez Arjona.Al morir, se celebraron solemnes funerales en sufragio de su alma en la capilla del Sagrario y se tributaron honores militares a su cadáver.