Fue bautizado con los nombres de José Joaquín Francisco Jerónimo Morán y del Villar-Cossío.
Seis años más tarde fue ascendido a alférez y maestro de cadetes.
Doña María Loreto sucedió desde su nacimiento al título de su padre, y a partir de su matrimonio, Don José Morán se convirtió en marqués consorte de Vivanco, título que caería en desuso tras la emancipación del Imperio Mexicano.
Fue capitán general y de mando superior político en Puebla.
Viajó con su familia a Europa y regresó en 1830, dejando sus hijos en Inglaterra en el colegio jesuita de Stonyhurst.