José Mir y Llusá
El hecho indica que en ese momento se encontraba en Madrid, origen de la carta, y que se denominaba a sí mismo «maestro de capilla».Consiguió el primer puesto, pero se decidió por partir a la Catedral de Segovia, donde entretanto había conseguido el mismo cargo.Fue maestro de capilla en Segovia hasta 1741, cuando le sucedió Juan Manuel Gaitán y Arteaga en el cargo.[2] Sus obras se conservan en copias en el Real Monasterio de la Encarnación y en archivos americanos.[5][6] Poco se sabe sobre su vida,[7][8] pero sus obras fueron tocadas frecuentemente en palacios privados junto con las de Manuel Pla.