En las siguientes elecciones formó parte de la lista del Partido Liberal y volvió a ser reelegido diputado, condición que mantuvo hasta 1989.
Cuenta en su haber con más de mil quinientas intervenciones parlamentarias.
A pesar de ello, su imagen pública no resultó muy dañada, siendo posteriormente elegido para otros cargos.
Alcanzó las más altas cotas de votos que hasta entonces había tenido en Canarias el Partido Popular.
Ningún partido obtuvo la mayoría suficiente para gobernar en solitario.
La misma noche de las elecciones dimitió como presidente regional del Partido Popular.